domingo, 19 de junio de 2011

Alma efímera de asfalto

Desde la ventana, carretera humeante,
cristales a medio subir,
conductores al volante,
cicatrices por abrir;
desde la ventana, estrés personificado,
gigantes de hormigón,
pendón desorejado,
ancianos con bastón;
desde la ventana, diplomacia tapiada,
miradas sin fulgor,
un alma atropellada,
cunetas de vapor;
desde mi ventana, postrado bajo el sol;
desde mi ventana, rasgado en mil pedazos,
exclama un adiós;
desde mi ventana, un cuerpo felino;
en mi regazo, entierro su adiós;
de vuelta a casa, cien lágrimas de destino;
sobre la mesa, letras de compasión.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué grande eres... lo peor es que lo sabes y por eso no puedo sentirme protagonista de estas palabras...
Matrioshka.

ca_torres_gomez dijo...

Ser grande es una expresión bastante relativa, aunque te agradezco que lo pienses sobre mí.

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